sábado, 15 de diciembre de 2012

Cómo cuidar los abrigos








Los buenos abrigos son por lo general una prenda que se hereda a través de generaciones o que pueden conseguirse en tiendas en buenas condiciones. Aquí algunos consejos y trucos para mantener los abrigos vintage en mejor estado.

Por Ana Enríquez

1. Si tienen forro

Si son de lana, lino, cachemira, gabardina o alguna otro material por lo general tendrán una tela a la que se llama forro. Aunque el material del exterior sea de buena calidad y quizás pueda soportar una lavada con agua y jabón suave, muchas veces con el forro no sucede lo mismo. Por esta razón siempre es recomendable llevarlos a la tintorería .

2. Si son de piel

La piel aunque es sumamente resistente, requiere de mucho cuidado para que se conserve intacta y requiere de esporádicos tratamientos para que no se reseque o pierda pelo. Para los cueros existen aceites, jabones y sprays especiales; para las gamuzas sprays impermeables que los resguardan del agua; y para las pieles lugares donde pueden guardarse a baja temperatura para que no pierdan pelo.
Siempre es recomendable ir con el especialista en peletería para que haga los arreglos necesarios en zonas sucias o dañadas
.
3. Si tiene aplicaciones de piel
Si un abrigo de tela tiene aplicaciones de alguna piel, siempre es recomendable intentar retirarlas antes de llevarlo a lavar en seco, o bien consultar con la tintorería si es posible lavar la prenda sin dañar la piel.



4. Cómo eliminar polvo y pelusas

Los abrigos tienden a acumular residuos de otras telas o suéteres. Para eliminar el polvo y la pelusa de abrigos de lana, principalmente en tonos oscuros, puedes enrollarte en la mano cinta adhesiva y pasarla por la prenda para retirarla.
Para las “bolitas” que se forman en la misma tela, hay quienes utilizan un rastrillo viejo y lo pasan por encima. Procura hacerlo con mucho cuidado, ya que la navaja podría rasgar la tela.

5. Asesórate con los expertos

Pregunta siempre en la tintorería si piensan que es posible lavar la prenda sin ocasionarle daño alguno, ellos suelen saber más sobre el cuidado del material. Muchas veces las etiquetas traen instrucciones específicas de que la prenda es sólo de tintorería, pero nunca está de más preguntar.


6. Dile adiós a las polillas
Para evitar las molestas y destructivas polillas, ralla la piel de un limón y cuélgala dentro de tu armario. También existen productos en el mercado especialmente creados para combatir esta plaga. El organizar bien tu ropero te ayudará también a evitar estos bichos.

7. ¿Tienes ácaros?
Esos molestos y diminutos animalejos aman la ropa de cama y las almohadas, y, sí, muchas veces también tus abrigos.
Si colocas trozos de tiza blanca en las esquinas del armario, puedes evitarlos. Otra opción es aspirar tu prenda para eliminar la mayor parte del polvo acumulado, y por último sacarla de vez en cuando a ventilarse en la luz, evitando que le dé directamente los rayos del sol. Los ácaros adoran la humedad pero odian el aire y la luz.

8. Házte amigo de los portatrajes

Guarda siempre tu abrigo dentro de una bolsa portatraje de una temporada a otra, para las pieles utiliza bolsas de tela, pues el plástico las puede dañar.



9. Para pieles mojadas


Muchas veces una sorpresiva lluvia o el aguanieve puede dejar tu lindo abrigo de piel viéndose como si fuera un gato mojado. No te preocupes, sacúdele toda el agua que puedas y cuélgalo en un lugar con buena ventilación. Eso sí, nunca lo guardes en tu clóset húmedo ni lo acerques a las rejillas de la calefacción o chimenea.

10. Evita los cuellos sucios

Los cuellos sucios son uno de los daños más comunes que sufren las prendas y que puede ser fácilmente evitado. Si no quieres que el cuello del abrigo se ensucie procura usarlo con suéteres de cuello alto, pañoletas o bufandas que lo proteja del roce con la piel
.
11. ¿Bolsos deformes?
Si quieres evitar que los bolsos de tu abrigo se deformen con el uso, los puedes coser para no caer en la tentación de meter las manos u objetos pesados dentro de ellos
.
12. Botones en su lugar

Los botones es una de las características que le dan personalidad a un abrigo, blazer o chamarra, sin embargo muy frecuentemente falta uno, está roto o no está en buenas condiciones. 


Por Marieta
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